SUBIENDO VOLCANES / Jordi Maqueda
La Caldera Blanca. Su nombre proviene del efecto del encalichamiento superficial, un proceso por el que se endurece la superficie volcánica, y le da el color blancuzco característico que la hace destacar en el paisaje. Se trata de un cono volcánico, posiblemente de origen hidromagmático, es decir una erupción en la que la lava entra en contacto con el agua. Este volcán pertenece a la denominada serie III, anterior a las erupciones volcánicas más recientes, siendo uno de los más altos en el sector central de la isla. El interior del cráter fue cultivado antiguamente, ya que su fondo es relativamente plano.
Caldera Blanca |
La Caldera Blanca está situada fuera de los límites del Parque Nacional, por lo que no es necesario pedir ningún permiso para subir a los volcanes. Situada en el centro de la isla de Lanzarote, la ruta de Caldera Blanca atraviesa una zona de malpaís volcánico abundante en formas de lava que son producto de las erupciones ocurridas entre 1730 y 1736. Sus dos elementos centrales, la Caldereta y Caldera Blanca, proceden de dos conos antiguos generados por erupciones anteriores. Caldera Blanca es una de las principales alturas de las cadenas volcánicas del centro de la isla. Se trata de un volcán con un cráter perfecto. La ruta más habitual de acceso sale desde el pueblo de Mancha Blanca, donde hay un aparcamiento. Desde allí parte el sendero que te llevará a La Caldereta y la Caldera Blanca.
Caldereta |
MalPaís |
La erupción de 1730 ocupó todo el sector central de la isla, arrasando con unas 30 poblaciones y las mejores zonas agrícolas de Lanzarote. Por ello, todo el sector centro occidental de la isla es actualmente un malpaís, conjunto de lavas recientes en el que es prácticamente imposible ninguna actividad. Lo comprobamos al transitar por él, un espacio caótico y complicado con lavas de diversas formas que se acumulan desordenadamente alrededor del sendero.
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