Hace unas semanas, el 30 de enero, me puse en contacto hablando con Javier. G. No fue una conversación larga, él está trabajando: en la Antártida/ isla Livingston (cosas de la tecnología). Le pedí un favor; si podría mandarme una foto del volcán Decepción (isla decepción) que está justo enfrente de la Isla Livingston cuando pudiese: no había prisa. Le expliqué lo importante que era para mí documentar con fotos originales de volcanes, y a poder a través de personas conocidas, para la web, pasadas o presentes– y así no utilizar imágenes de archivo, arto manoseadas. Y, bueno, al ratito salió fuera y me las mando (son estas mismas de arriba, una sobre la otra): gracias amigo!! Mi idea era trabajar con ellas para documentar, sobre la base de datos en la web, el volcán Decepción; sin embargo, al ir recopilando más y más información una duda me vino a la mente, y que tiene que ver en gran medida con la razón de esta web: la seguridad, más aún cuando se trata de amigos, paisanos o personas con las que tratas y que admiras y están cerca de un posible peligro; además, de que se da el caso, de ser una isla visitada al año por varios miles de turistas, recordemos: poco menos que igual que ocurría en el volcán Whakaari en Nueva Zelanda (y muy similar en muchos aspectos a Decepción en apariencia no inmediatamente peligroso) hasta que entrara en erupción sin previo aviso en 2019, matando
a 22 turistas y dejando heridas o gravemente heridas a otras tantas y dos
desaparecidos.
Hace unas semanas, el 30 de enero, me puse en contacto hablando con Javier. G. No fue una conversación larga, él está trabajando: en la Antártida/ isla Livingston (cosas de la tecnología). Le pedí un favor; si podría mandarme una foto del volcán Decepción (isla decepción) que está justo enfrente de la Isla Livingston cuando pudiese: no había prisa. Le expliqué lo importante que era para mí documentar con fotos originales de volcanes, y a poder a través de personas conocidas, para la web, pasadas o presentes– y así no utilizar imágenes de archivo, arto manoseadas. Y, bueno, al ratito salió fuera y me las mando (son estas mismas de arriba, una sobre la otra): gracias amigo!! Mi idea era trabajar con ellas para documentar, sobre la base de datos en la web, el volcán Decepción; sin embargo, al ir recopilando más y más información una duda me vino a la mente, y que tiene que ver en gran medida con la razón de esta web: la seguridad, más aún cuando se trata de amigos, paisanos o personas con las que tratas y que admiras y están cerca de un posible peligro; además, de que se da el caso, de ser una isla visitada al año por varios miles de turistas, recordemos: poco menos que igual que ocurría en el volcán Whakaari en Nueva Zelanda (y muy similar en muchos aspectos a Decepción en apariencia no inmediatamente peligroso) hasta que entrara en erupción sin previo aviso en 2019, matando a 22 turistas y dejando heridas o gravemente heridas a otras tantas y dos desaparecidos.
Sin embargo, no podemos olvidar la erupción más importante en la Isla Decepción, en tanto a los daños materiales sufridos, ocurrió en 1967 (En tiempo geológico es como si hubiese ocurrido hace un minuto). Varios terremotos fueron detectados en la Isla en abril de 1967. El 4 de diciembre de 1967 mediante un cable telegráfico en Argentina se difundió la noticia: «Sobre la bahía y las playas de la isla Decepción, improvisadamente caía una lluvia de piedras». El 5 de diciembre de 1967 la precipitación pétrea había cesado, para dar paso a una enorme columna de gases y vapores, que proyectada hasta más de mil seiscientos metros, formaba el típico hongo eruptivo. La violenta explosión volcánica acaecida (IEV 3) destruyó entonces la base chilena Pedro Aguirre Cerda, el Refugio Cabo Gutiérrez Vargas, además de la base británica B. Si bien, esta última fue de nuevo ocupada desde el 4 de diciembre de 1968, y nuevamente evacuada el 21 de febrero de 1969 en el barco chileno Piloto Pardo (el mismo que la evacuó en 1967) debido a que erupciones volcánicas posteriores dañaron los edificios, siendo finalmente abandonada el 23 de febrero. La Base Decepción de Argentina no fue dañada entonces, pero dejó de ser una base permanente en 1967, pasando a ser una base sólo de verano.
Explosión volcánica (IEV 3) acaecida en 1967, destruyó entonces la base chilena Pedro Aguirre Cerda, el Refugio Cabo Gutiérrez Vargas, además de la base británica B
Por tanto hablamos de una isla de ciencia-ficción, que es la caldera de un volcán activo, muy activo y explosivo, ahora durmiente (no se sabe por cuánto tiempo). Siendo uno de los pocos volcanes de la Antártida donde se han observado erupciones en la actualidad, y principal volcán activo de la cuenca del estrecho de Bransfield, el cual está relacionado con el rift de Bransfield: una cicatriz de la corteza terrestre de unos 800 km de longitud, paralela a las Shetland del Sur y a la península Antártica, y en la que hoy conviven el hielo y el fuego, los pingüinos y desde hace algunos años, concretamente desde el año 1989, sorpresa: algunos militares y científicos españoles en la base Gabriel de Castilla (en la misma caldera del volcán). Luego, los últimos datos y análisis de sedimentos lacustres de la Península de Byers 2019 (uab.cat) han permitido resolver la fecha de la mayor erupción de los últimos milenios en la Antártida: hace 3.980 años, y que dio pasa a formar la caldera del actual volcán de la Isla Decepción, siendo el origen de la particular forma de herradura característica de la Isla. De hecho, el volumen de roca eyectada fue tan grande que es comparable al de la gran erupción del volcán Tambora en 1815, lo que nos deja muy tranquilos. Además, recordemos que hace solo una par de semanas argentina vivió una alerta de tsunami que provocó la evacuación del borde costero de todo el territorio, debido a la erupción del un volcán submarino de Tonga, el cual es muy similar al de Isla Decepción, mientras que Decepción se ubica a tan solo mil kilómetros de Argentina, y que podría ser capaz de provocar un desastre similar, por no hablar, de quienes puedan encontrarse en la misma isla , o en aquellas adyacentes, como la isla Livingston donde se encuentra también la Base Antártica Española Juan Carlos I, apenas a unos 10 km de Decepción.
En relación a estos últimos datos de la caldera de Decepción. "Este descubrimiento es un ejemplo de serendipia (es decir, un descubrimiento casual) apunta el Dr. Sergi Pla Rabès, coautor del artículo, profesor de la UAB e investigador del CREAF, dado que el objetivo inicial del estudio era puramente climático, buscaban reconstruir las fluctuaciones del clima de la región de los últimos 11.700 años a partir del análisis de los sedimentos lacustres situados a unos 40 kilómetros al norte de Isla Decepción. “Pero, la presencia, de un estrato de casi un metro de sedimento muy diferenciado tras un nivel de cenizas volcánicas, nos sorprendió a todos. Los subsiguientes análisis geoquímicos y biológicos nos indicaron que estos sedimentos eran de origen terrestre, tanto por su biogeoquímica como por la presencia de diatomeas de ambientes terrestres. Las dataciones con C14 indicaban además que este material había sedimentado repentinamente y sincrónicamente en todos los estanques. Todos estos resultados parecían indicar la ocurrencia de un gran terremoto que afectó a todos los lagos de la zona con una edad superior a 4.000 años, y señalaban que, quizá, no estábamos ante un sismo común, sino que podía ser lo que generó por el colapso la caldera del volcán de la isla Decepción", explica el Dr. Pla-Rabès". Por lo que se deduce de estas palabras, hablamos de una erupción "Tremenda".
Entonces ¿Se justifica la presencia de manera casi permanente en la isla? y ¿Existe peligro real para las bases españolas, y los turistas que visitan la isla?
Leemos: "para los investigadores, la probabilidad de nuevas erupciones en la isla antártica es alta". Sin embargo, justifican su presencia en ésta (el mundo 2011). Además, «En España tenemos islas volcánicas, como por ejemplo la de Hierro que no hace mucho registró una erupción en el mar. El conocimiento y la tecnología que usamos aquí, en Decepción, nos sirven después para controlar nuestros volcanes, como también el Teide», añade Carlos González, experto en geodesia de la universidad gaditana (La Voz de Galicia, Febrero 2020). Y digo yo, si valen todos estos ensayos para controlar volcanes como el Teide o el Hierro etc. ¿Por qué no sirvió para alertar del volcán de la Palma? Ya respondo yo mismo… porque es imposible a día de hoy predecir una erupción volcánica. "Ellos (los meteorólogos) pueden estudiar los parámetros en todo el espacio que le interesa, en toda la atmósfera, con globos sonda y satélites; mientras que nosotros (vulcanólogos) únicamente podemos medir en la fina capa de la superficie terrestre, lo que ocurre debajo lo tenemos que inferir, así que nuestra incertidumbre es muchísimo mayor, todo es interpretativo", explica a Teknautas Alicia Felpeto, experta del Instituto Geográfico Nacional - IGN, (El Confidencial 2021). En 2020, Phivolcs (Filipinas) subió de manera escalonada la alerta del nivel 1 al 4 en una escala de 5 (apenas en 15 horas, sin tiempo o respuesta para nada) después de que se intensificara la actividad en el cráter de origen freático (siempre a tiro pasado) y se generara una erupción de humo de hasta 10 kilómetros de altura. En Indonesia (Java), país donde los volcanes quizá sean más monitoreados de todo el mundo, el volcán Semeru hizo erupción, de manera inesperada para todos, cuando estaba en un nivel bajo de alerta: alerta 2, de 5, cogiendo desprevenida y por sorpresa a toda la población de los pueblos lindantes al mismo, causando cientos de víctimas. Y así una y otra vez en todo el mundo, Wakahari, La Palma, Rincón de la vieja, etc. Siendo igualmente víctimas los propios científicos en algunas erupciones: Colombia (Nevado del Ruiz), Estados Unidos (Santa Elena), Japón (Unzen) etc...
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