LAGO DE LAVA ESTABLES / jorge maqueda merchán (Aceuchal- Badajoz)


Masaya, Nicaragua 2019

(cráter Santiago) Volcán de Masaya (9sep 20919) Nicaragua. El Volcán Masaya uno de los 7 volcanes activos del país. Su cráter "Santiago" tiene una altitud de 635. y emite continuamente grandes cantidades de gas de dióxido de azufre; también mantiene una incandescencia en su interior debido a un lago de lava persistente. El volcán forma el centro del parque nacional Volcán Masaya y a sus pies se ubica la laguna volcánica del mismo nombre. El cronista Gonzalo Fernández de Oviedo observó el volcán en 1529 dejando las primeras referencias escritas del mismo. De acuerdo a sus crónicas, los indígenas consultaban a una bruja dentro del volcán (creo yo mejor entender algún tipo de Deidad femenina) por lo que Oviedo supuso que ella era el mismo diablo.

En el mundo, actualmente hay nueve lagos de lava que se mantienen de forma constante para que los podamos observar, y ser conscientes de una realidad: aquello existente bajo nuestros pies, y que he visto con mis propios ojos. Repartidos por el mundo tenemos Erta Ale, Etiopía; Monte Erebus, Antártida; Kīlauea, Hawái; Nyiragongo, República Democrática del Congo; Ambrym, Vanuatu; Villarrica, Chile; Nyamuragira, República Democrática del Congo; Masaya, Nicaragua; y el más recientemente descubierto (en 2019) es el Lago de lava del Monte Miguel en la isla Saunders, situada en un archipiélago de once islas deshabitadas en el Atlántico sur cuya soberanía reclaman Argentina y el Reino Unido (con el nombre de Islas Sandwich del Sur). El volcán tiene una altitud de 990 metros y un cráter de 700 metros de ancho. En su interior los científicos encontraron un lago de lava de entre 90 y 215 metros de ancho, que está a una temperatura de 1.000 grados centígrados.

Tener conciencia de esta realidad es iluminar un sombra, donde observar es entender eventos que suceden y han sucedido (antes) en este planeta de un modo distinto. No puedo decir a nadie que vaya a un volcán, y menos que lo suba porque ester le revelara algo..., no es así (y nadie tiene que ir donde va otro / ni seguir a nadie): cada uno tenemos nuestro propio camino para entender aquello que necesitamos saber... y todos ya estamos en camino ¡cada uno en el suyo!


Los lagos de lava



Los lagos de lava son un fenómeno digno de admiración: una maravilla de la naturaleza abierta a nuestros ojos. Y no he querido empezar este texto, sin comentar algunas curiosidades de mi último viaje al continente americano (Centroamérica), donde como colofón al mismo me desplace, cruzando desde Guatemala, El Salvador y Honduras hasta Nicaragua, pasando por León y sus maravillosos volcanes, hasta finalmente recalar en Masaya y Granada todo en autobús, donde por fin, y a pesar de muchas trabas pude admirar esta increíble perla natural.





Subir volcanes está bien, pero admirarlos, darle la importancia y el valor que tiene cada uno de ellos está todavía mejor; no por no ser altos o mostrar una dificultad o ser más peligrosos son más importantes unos que otros. En mi caso, invertí tres dias en centroamérica para viajar a Nicaragua (2 en el viaje de ida y vuelta en bus, y el otro el dia de la visita) para admirar esta belleza. Podría haber subido más volcanes altos, más difíciles, o más peligrosos en otros lugares por los que pasé, pero yo no colecciono cumbres, sino experiencias, solo experiencias volcánicas. Y es que, si bien estamos acostumbrados a que la naturaleza sea prolífica en muchas de sus creaciones, en ocasiones se dan construcciones geológicas tan maravillosas que no pueden ser tan comunes. Y es por esta  razón que los lagos de lava permanentes se convierten en un detalle único y extraordinario que pocos volcanes poseen. Y sólo la Tierra elige aquel lugar, donde se puede experimentar el latido mismo de la tierra que viene desde su núcleo hasta la superficie. Pero para hacernos una idea de la importancia y excepcionalidad de este volcán baste decir, que si queremos ver algo parecido en este planeta, tenemos que desplazarnos al Congo (Nyiragongo y Nyamuragira); o la Región de Afar, en Etiopía; o a la Antártida (Erebus); Ambrym (Vanuatu), Kīlauea (Hawaii) o subir hasta lo alto del volcán Villarrica en Chile. Solo por lo excepcional, ya vale la pena el viaje a éste o cualquiera de estos lagos volcánicos; luego, y después de mi experiencia, sentirlo  y verlo con mis propios ojos sólo puedo decir que no os arrepentireis de visitarlo. 

Vayamos ahora ya al tema que nos ocupa. Un lago de lava es literalmente eso, grandes volúmenes de lava derretida, usualmente basáltica, contenida en una boca volcánica, o un cráter volcánico, o una extensa depresión, a una temperatura de entre 850 y 1200 grados centígrados que habiendo salido a la superficie se mantiene en ese estado viscoso de fluidez activa y fundida, Los lagos funcionan como señales del sistema respiratorio de un volcán, como pulmones. Estos círculos se llenan y se drenan conforme los gases de la cámara magmática funcionen. Si la presión de los gases dentro de la cámara disminuye, entonces la lava vuelve a caer y el lago desaparece, es por ello, que Normalmente estos lagos no suelen durar mucho tiempo, porque una vez que la presión de los gases disminuye la lava vuelve a drenar hacia la cámara magmática, o bien desaparecen porque el volcán entra en erupción. sin embargo, en nuestro planeta existen lugares donde, excepcionalmente, los lagos de lava son permanentes o semipermanentes: en estos lugares, los lagos de lava constituyen un laboratorio natural donde los científicos pueden estudiar procesos volcánicos fundamentales, como la desgasificación, la convección y el enfriamiento. 

En el mundo, actualmente hay nueve lagos de lava que se mantienen de forma constante. Erta Ale, Etiopía; Monte Erebus, Antártida; Kīlauea, Hawái; Nyiragongo, República Democrática del Congo; Ambrym, Vanuatu;Villarrica, Chile; Nyamuragira, República Democrática del Congo;  Masaya, Nicaragua; y el más recientemente descubierto (en 2019) es el lago de lava del Monte Miguel en la isla Saunders, situada en un archipiélago de once islas deshabitadas en el Atlántico sur cuya soberanía reclaman Argentina y el Reino Unido (con el nombre de Islas Sandwich del Sur). El volcán tiene una altitud de 990 metros y un cráter de 700 metros de ancho. En su interior los científicos encontraron un lago de lava de entre 90 y 215 metros de ancho, que está a una temperatura de 1.000 grados centígrados.

Uno de los más antiguos lagos de lava se encuentra en el interior del cráter del Monte Erebus, en la Antártida. El volcán lleva activo aproximadamente 1,3 millones de años, y el lago actual existe desde al menos principios de la década de 1970. Se trata de un lago de lava fonolítica, y es uno de los 5 lagos de lava de larga duración de la Tierra. Está situado en la isla Ross, a unos 35 kilómetros de donde se ubican la estación estadounidense McMurdo y la base Scott neozelandesa. 

Monte Erebus, en la Antártida

Pero el más antiguo de todos es el lago de lava del volcán Erta Ale, situado en el desierto de Danakil al norte de Etiopía. Ya hablamos de la zona en el artículo que dedicamos al cercano lago Assal, el punto más bajo de África, un lugar inhóspito de calor extremo lleno de lagos salados y volcanes, cuya temperatura media es de 34 grados centígrados.

Erta Ale, Etiopía

El Erta Ale, que es el volcán más activo de Etiopía, alcanza 613 metros de altitud, y en su cima alberga el lago de lava más duradero del planeta. Otro lago adicional se forma ocasionalmente, y ambos se desbordan por la ladera sur cuando rebosan. Aquellos que acceden al lugar quedan maravillados con el espectáculo que ofrece la visión de las mismísimas entrañas de la Tierra ante sus ojos: Un lago de lava de casi 30 kilómetros provocado por el Volcán Erta Ale. Este volcán, a pesar de sus pequeñas dimensiones (613 metros de altura) cuenta con dos fastuosos cráteres en su cima. Uno de ellos está totalmente inactivo, pero el otro, el más pequeño, es un espectáculo de lava interminable.


Erta Ale, Etiopía


En cuanto a tamaño, el mayor de todos los conocidos es el lago de lava del monte Nyiragongo, un volcán de 3.470 metros de altitud situado en las montañas Virunga en la República Democrática del Congo. Ya en 1948 se había descubierto que contenía un lago de lava, pero aquel desapareció tras la erupción del 10 de enero de 1977.



El cráter principal tiene un diámetro de aproximadamente 2 kilómetros, y en su interior se encuentra el lago de lava más voluminoso del mundo. Su profundidad varía con el tiempo, siendo de unos 600 metros antes de la erupción de 1977, y cayendo hasta unos 50 metros tras la de enero de 2002. Desde entonces el nivel ha ido aumentando gradualmente hasta los 180 metros registrados en 2020. No obstante, la reciente erupción del 22 de mayo de 2021 que alcanzó la cercana ciudad de Goma y en la que perecieron 37 personas, puede haber producido cambios en el lago.


El Nyamuragira culmina a los 3058 m en una caldera de dos kilómetros de ancho por 2,3 km de largo, rodeado por farallones de unos cien de metros de altura. A diferencia de su cumbre vecina el Nyiragongo, las laderas del Nyamuragira, características de los volcanes en escudo, son poco pronunciadas y el volcán presenta un gran volumen. Las laderas presentan grietas y conos de escorias y están cubiertas en unos 1.500 km² de coladas de lava basálticas con alta concentración de potasio, que son muy anchas, muy largas, a veces hasta de más de treinta kilómetros, y que han llegado hasta el lago Kivu en algunas ocasiones. La morfología de la parte inferior de la caldera, que ha acogido varios lagos de lava sucesivamente durante el siglo XX, ha sido modificada a menudo por erupciones volcánicas.
 
2 April 2015. Virunga National Park – North Kivu. View of Nyamulagira volcano crater and its lake of lava from inside. Photo MONUSCO/Abel Kavanagh
Ambrym: Primero de todo Ambrym no sólo hace referencia a una isla, sino que también a un volcán del mismo nombre. La región es conocida por su intensa actividad volcánica donde posiblemente se trate de uno de los volcanes más activos de todo el arco volcánico de las Nuevas Hébridas. Detrás de él se esconde una muy interesante historia, entre ellas, la relacionada con la caldera volcánica,  originada tras una explosión pliniana que se registró hace alrededor de 50 años d.C. Esta caldera presenta unas dimensiones de 12×8 kilómetros y en ella se pueden observar dos conos volcánicos  actualmente  activos: Benbow y Marum respectivamente, Marum con la presencia de lagos de lava.

Marum / Vanuatu - Geophile71, CC0, via Wikimedia Commons

Kilauea es un volcán que ha estado en erupción más o menos continuamente desde 1983, eventualmente sosteniendo un lago de lava dentro de la caldera de la cumbre. Pero a principios de mayo de 2018, comenzó una secuencia de erupción que cambió las reglas del juego. Mucho antes de que la erupción se detuviera a principios de agosto de 2018, el lago de lava de larga duración había desaparecido. El agua lo reemplazó y finalmente formó un lago fangoso. Para diciembre de 2020. Para 2021 volvía a entrar en erupción viéndose el lago

Fotografía de primer plano del respiradero W activo en Halema'uma'u en Kīlauea el 5 de febrero de 2021. El lado oeste del lago de lava tuvo numerosos brotes en la superficie mientras la efusión de lava alimentaba el lago desde la base del respiradero (izquierda). Se observaron columnas blancas de gas y vapor desde el respiradero W. Foto de K. Lynn; cortesía de USGS HVO.


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