SUBIENDO VOLCANES / ¿De dónde proviene el Nombre Volcán?
Hace tan solo un par de días, teníamos conocimiento de una potentísima explosión volcánica, a partir de la cual, un islote que el propio volcán submarino había creado siete años antes quedaba totalmente destruido. La potente erupción del volcán submarino en Tonga, fue tan fuerte que se pudo ver desde el espacio y se ha sentido a lo largo de todo el Pacífico, el mayor océano del mundo, causando la muerte de al menos dos personas en Perú, al otro extremo de esas aguas, igualmente, ha desatado alertas de tsunami desde Japón a la costa oeste de Estados Unidos, con evacuaciones desde Chile a Australia. Pero la mayor devastación se ha registrado en Tonga, un reino de 170 pequeñas islas con un total de cerca de 105.000 habitantes en el sur del Pacífico.
La mayor erupción registrada desde la del Pinatubo, en 1991
La explosión de este destruyó, casi por completo, el islote que el propio volcán submarino había creado siete años antes. Dos días después de la erupción del Hunga Tonga-Hunga Ha’apai, a 65 kilómetros de Nukualofa, la capital del reino polinesio de Tonga, en el Pacífico Sur, los científicos siguen evaluando sus consecuencias.
La NASA no ha tardo en confirmar que la erupción alcanzó los 30 kilómetros de altitud: una de las mayores erupciones registradas por satélite, algo inferior a la provocada por el Pinatubo, en Filipinas, en 1991. Entonces se estimó que la nube de cenizas o alcanzó los 40 kilómetros y la emisión de gases a la atmósfera había provocado un descenso global de las temperaturas de medio grado.
Andrew Gissing, uno de los responsables del desarrollo del sistema de alerta temprana, creada por el Gobierno australiano tras el devastador tsunami de 2004, recuerda en declaraciones recogidas por el Science Media Centre que “un 5% de todos los tsunamis del mundo a lo largo de la historia han sido producidos por volcanes”. Según Gissing, “no está claro si el volcán producirá otra gran erupción o perderá fuerza, pero es probable que la actividad continúe durante los próximos días”. De momento, ya se han producido tres erupciones en los últimos cuatro días.
El volcan: Hunga Tonga-Hunga Ha’apai y el cinturón de fuego
El volcán se encuentra en el arco volcánico conocido como el Anillo de Fuego del Pacífico. En esa zona, la placa tectónica del Pacífico se hunde bajo la placa indoaustraliana. En ese proceso, la placa descendiente se calienta y derrite el magma sobre ella que fluye hacia la superficie formando un volcán. Esta zona, que se extiende a lo largo de 25.000 kilómetros y alcanza desde el sur de Sudamérica a Alaska y Polinesia, concentra el 90% de los terremotos y el 70% de los volcanes activos. Las erupciones más potentes que se conocen, como la del Pinatubo, en Filipinas, o el Krakatoa, en Indonesia, se han producido en la región.
Allí, una erupción que tuvo lugar en 1883 provocó más de 35.000 muertos y produjo un descenso global de las temperaturas en todo el planeta que no recuperó la normalidad climática hasta cinco años después. También en la actual Indonesia, pero 75.000 años antes, se produjo la explosión del volcán Toba. La erupción, mil veces más potente que la del Krakatoa, se ha asociado a un prolongado cambio climático que se ha vinculado a un cuello de botella genético en la especie humana. Según esta controvertida teoría, solo sobrevivieron entre 1.000 y 10.000 parejas reproductoras de Homo sapiens en todo el mundo.
Hannah Power, de la Universidad de Newcastle (Australia), ha explicado que en Nukualofa se ha registrado una ola de 1,19 metros antes de que se interrumpiese el flujo de datos. Olas de más de un metro se han observado en las islas de la región, pero también en lugares tan alejados como las costas de todo el continente americano o el archipiélago japonés.
Este gran volcán submarino tiene una caldera de seis kilómetros de diámetro y una profundidad de 150 metros. Durante su última erupción, entre 2014 y 2015, se produjo un cono volcánico que se unió a otras pequeñas islas volcánicas producto de erupciones anteriores. Las imágenes de satélite tomadas horas antes de la erupción del sábado mostraron que la actividad volcánica previa había destruido casi por completo el islote.
La evaluación de los daños en Tonga aún no ha podido ser completa debido a que la erupción interrumpió las comunicaciones con la isla, que son posibles gracias a un cable submarino que une este archipiélago con el de Fiyi. En los próximos días se planea hacer llegar la ayuda que necesiten los afectados, aunque esos viajes despiertan otros miedos en los isleños. Curtis Tu’ihalangingie, representante de Tonga en Australia, mostró su preocupación por el riesgo de que el coronavirus llegue a la isla, que hasta ahora está libre de covid, junto con los envíos de ayuda. “No queremos traer otra ola, un tsunami de covid-19″, ha dicho Tu’ihalangingie a Reuters.
Tiempo de recorrido en el Pacífico
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