Un volcán puede arrojar material fluido y caliente, incluso de forma no explosiva, lo que se conoce como la lava. Este compuesto se desliza por las laderas del volcán y puede cubrir grandes extensiones. Pero también puede emitir gases que salen a través de ‘fumarolas’ o fracturas de la tierra y materiales piroclastos que se clasifican según su tamaño, composición y dinámica y que se denominan cenizas, lapilli o bombas volcánicas.
En las erupciones, los volcanes pueden arrojar fragmentos de lava de manera muy violenta y formar una gruesa columna de material ascendente (principalmente de gases y material fino) sobre la boca emisora cuya altura depende del grado de explosividad de la erupción.
Tipos de erupciones de un volcán
Hablamos de ‘erupción efusiva’ cuando la lava fluye como un río, o ‘explosiva’, cuando el volcán emite gases piroclástos de forma violenta a la atmósfera que pueden ser muy peligrosos al fluir todo el material por las laderas del volcán a 500 km hora y a altas temperaturas.
Clasificación de volcanes
Según la cantidad de productos que expulsen y su nivel de explosividad, las erupciones pueden ser:
- Hawaiana (suave).
- Estromboliana (explosiva).
- Vulcaniana (explosiva severa).
- Pliniana (cataclismo).
- Ultra-pliniana, que pueden ser colosal, súper-colosal o mega-colosal.
Peligros de la erupción de un volcán
Coladas de lava de un volcán
Magma líquido que, según su viscosidad, y la topografía, recorren la ladera del volcán a mayor o menor velocidad. Cuanto más se enfríen, más viscosas son y más lentas van. Lo normal es que avancen a pocos metros la hora. Si el magma es muy espeso y es emitido lentamente no puede formar coladas y se acumula formando un ‘domo’.
Caída de cenizas de un volcán
Cuando los piroclastos salen a la atmósfera, su avance está determinado por su tamaño. Los más grandes (bombas volcánicas) generalmente caen a pocos kilómetros del centro de emisión.
El resto de las partículas son arrastradas hacia arriba por los gases volcánicos generando una ‘pluma volcánica’. Cuando esta columna alcanza varias decenas de kilómetros -como ocurrió con el volcán islandés en 2010-, se llama ‘columna convectiva’. Cuando caen de la columna y son dispersadas por el viento, pueden cubrir miles de kilómetros cuadrados.
Flujos piroclásticos de un volcán
Cuando la pluma no puede mantenerse como una columna colapsa y forma densos flujos de gases y materia sólida de hasta 700ºC que se desplazan a gran velocidad (hasta unos 550 km/h). Son las coladas piroclásticas.
Emanaciones gaseosas
Los gases que inicialmente se encuentran disueltos en el magma, se separan de éste al originar una erupción explosiva. Pueden salir de forma violenta durante la erupción o por fumarolas (fracturas del edificio volcánico). Algunos gases como el dióxido de carbono pueden escapar por difusión a través del suelo en extensas áreas alrededor del edificio y generar una nube que se mueve a la altura de unos pocos centímetros del suelo, de acuerdo con la topografía, hasta que se diluyen en la atmósfera.
Los lahares son flujos de lodos
Avalanchas de material volcánico no consolidado, especialmente cenizas. Igual que ocurre en las riadas, se canalizan por los barrancos y van incorporando rocas, troncos,… etc., que aumentan su poder destructivo.
Deslizamientos de ladera
Cuando la superposición de materiales duros y blandos se vuelve inestable y provoca el colapso de parte del edifico. Algo así puede disparar una erupción o suceder como consecuencia de ella.
Tsunamis
Una de las consecuencias más terribles del deslizamiento de ladera de un volcán. Cuando el material que entra en contacto con el mar -o por una erupción submarina- se forma una ola gigante y devastadora.
Fuente: 20minutos,
Artículo de referencia: https://www.20minutos.es/noticia/4828743/0/proceso-salida-magma-exterior-volcan-siete-peligros/,
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