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Creo que la finalidad última de los que visitamos y vamos conociendo un poquito a los volcanes, a medida que adquirimos cierto bagaje y conocimiento, y somos más cocientes de lo que son y representan éstos colosos es, informar, alertar y prevenir a cerca de ellos, también hablar de sus maravillas por supuesto pero, sobre todo exponer sus riesgos, sin que ello devenga finalmente en prohibiciones ni leyes que deriven en coartar la libertad de las personas. Pero, en los últimos 25 años los volcanes se han cobrado 35.000 vidas, y en el siglo pasado solo cuatro erupciones –tres en el Caribe y una en Colombia– acabaron con la vida de unas 67.000 personas, lo que lleva a prestar algo de atención al respecto: sobre todo a la poca conciencia existente en relación a indiscutible peligro que supone vivir al pie, o subir un volcán activo. Además, a día de hoy, y en gran medida a causa de las redes sociales, subir volcanes se ha convertido en un deporte, y sobre esto último quería decir algo, ya que en este caso expone un riesgo obviado y casi siempre mal gestionado, bien por el desconocimiento bien, por interés del momento.
Creo que la finalidad última de los que visitamos y vamos conociendo un poquito a los volcanes, a medida que adquirimos cierto bagaje y conocimiento, y somos más cocientes de lo que son y representan éstos colosos es, informar, alertar y prevenir a cerca de ellos, también hablar de sus maravillas por supuesto pero, sobre todo exponer sus riesgos, sin que ello devenga finalmente en prohibiciones ni leyes que deriven en coartar la libertad de las personas. Pero, en los últimos 25 años los volcanes se han cobrado 35.000 vidas, y en el siglo pasado solo cuatro erupciones –tres en el Caribe y una en Colombia– acabaron con la vida de unas 67.000 personas, lo que lleva a prestar algo de atención al respecto: sobre todo a la poca conciencia existente en relación a indiscutible peligro que supone vivir al pie, o subir un volcán activo. Además, a día de hoy, y en gran medida a causa de las redes sociales, subir volcanes se ha convertido en un deporte, y sobre esto último quería decir algo, ya que en este caso expone un riesgo obviado y casi siempre mal gestionado, bien por el desconocimiento bien, por interés del momento.
El 24 de octubre una avalancha en el taita Chimborazo sorprendía a 16 escaladores, cobrándose las vidas de 7 de ellos: avalancha. Lo he dicho muchas veces pero en Ecuador, y en los nevados esto es más acuciante: Un volcán no es una montaña. Es cierto que la moda actual lleva escalar a muchas personas todo lo que se pone por delante que sea accesible técnica y económicamente y posea una altura respetable. En ecuador esto es un hecho y un negocio, además, en Ecuador, como en muchos países de centro y sur América, las mayores cumbes son volcanes, muchos de ellos activos y cubiertos de hielo y nieve, y el hielo en un volcán activo no se comporta como lo hace en una montaña (el mayor peligro de un volcán es el que no esperas), y en el caso del Chimborazo todo lleva a confusión pues en apariencia es un volcán inactivo. Sin embargo, el intervalo promedio entre erupciones es de 1000 años y, por lo tanto el Chimborazo es considerado por el instituto Geofísico del País como un volcán potencialmente activo y peligroso, que muestra actividad hidrotermal. Luego la presencia del casquete glaciar en la cumbre, sumado a la fuerte pendiente de sus flancos y su ubicación tan cercana a las zonas pobladas de Riobamba y Ambato, resultan en un riesgo potencial elevado.
Pero volviendo a lo sucedido estos días atrás, si el hielo incluso en una montaña puede llegar a ser una superficie muy inestable y en ocasiones imprevisible, añadamosle ahora que este hielo se encuentra sobre un volcán con actividad hidrotermal, encontraremos entonces que es difícil conocer, siquiera aventurar el estado de las láminas inferiores de hielo. Asimismo, la dureza de la nieve también es un factor de peso. No podemos decir que el hielo es siempre el mismo, nos engañaríamos. Podemos encontrarnos en la montaña dependiendo de la altura y época del año Hielo cristalino, hielo plástico, hielo costra o podrido, hielo azul o hielo, Y con la nieve otro tanto de lo mismo. Cada textura se desarrolla en un terreno diferente y formándose de acuerdo con los condicionantes, comportándose de forma distinta, pero que pasa cuando hablamos de un volcán nevado y activo que debido a cierta actividad pudiese derretir partes de ese hielo. Pues sencillamente, que todo se desestabiliza.
En mi caso me he Encontrado con volcanes como Izalco (el salvador) o cerro negro (Nicaragua) que actualmente no presentan actividad eruptiva ni desgasificaciones, pero si actividad hidrotermal evidente en la superficie a simple vista por medio de fumarolas en diferentes puntos del cono, en mi experiencia siempre mas temperatura cerca del cráter (en algunos puntos el vapor es abrasador y las rocas queman, lo que da una idea de la situación) Y Me podéis decir que estos son volcanes jóvenes con erupciones recientes, y es cierto, pero en los ojos del saldo, donde la última erupción confirmada con base en el registro y estudio de los piroclastos, ocurrió hace unos 1300 años, las fumarolas son visibles a simple vista (tengo videos) al no mantener una capa de hielo permanente, algo que en el Chimborazo no es posible comprobar al tener más de 9 metros, dicen que incluso 15 metros, de hielo sobre el cono (esto ya es un peligro en sí, al presentar sismicidad continua). Así pues, cualquier alteración en la temperatura bajo el hielo, o sobre éste, causa de cenizas de otro volcán como en Tungurahua, incluso un tremor en estos tiempos de deshielo de los glaciares, dejan al visitante expuesto al desastre.
Y qué quiero decir con todo esto… ¿que no se suban los volcanes activos? Pues todo lo contrario. A mi parecer se combinan aquí dos actividades bajo la misma forma: escalar montañas y subir volcanes. Para la primera hay una formación técnica y de prevención de riesgos, para la segunda aplicamos aquello que sirve a la primera, cuando nada tiene que ver el Chimborazo o el Cotopaxi (peor aún), con el Matherhorm, entendiendo que a día de hoy no hay un estudio completo sobre La Seguridad en los Volcanes Vctivos, o una evaluación de riesgo volcánico (del volcán que toque) para escaladores ocasionales. Como tampoco se explica al escalador ocasional de volcanes activos donde se va a meter, o como portarse caso de explosión mientras se asciende (hacia dónde mirar, o que hacer o como resguardarse caso de que se dé una explosión con escombros, lo que en el Cotopaxi es muy fácil que suceda, y entrar en pánico solo llevará a lo peor). Pero claro, si elevamos estas “montañas para unos” a la categoría de lo que son “Volcanes Activos”, y se le explica a quien las ascienda estadísticamente lo que le puede pasar y como le va a pasar, caso de pasar algo, “ahí no sube nadie”. De hecho entre los años 1994 y 1995 otra avalancha en el Chimborazo, y aquí no vale lo del cambio climático, sepultó a 13 montañistas de los cuales se rescataron solo tres cuerpos. Y actualmente con el deshielo progresivo no han dejado de aparecer cuerpos de los que nadie ni sabía nada, y donde También han muerto españoles, recuerdo el caso de Jairo Domingo (escalador experimentado) y otros más, así pues para una montaña no técnica y que se sube en dos días, parece que tiene una lista de muertes mayor que el mismísimo k2. Mírenselo, porque luego es muy apropiado decir que todo se debió a un error humano, como en el caso de Jairo, pero lo cierto es que el único error es ir a un volcán, pensando que estarás sobre una tranquila y pacífica montaña. He visto incluso programas de agencias europeas, españolas, proponiendo a turistas de montaña (no tiene otro nombre cuando se viaja en burbuja de grupo) escalar el Sangay, como si se tratase del pacifico Ararat, lo que ya es de una irresponsabilidad extrema, pues hablamos de personas que quizá solo vieron un volcán en la tele, y de un volcán que te lanza rocas por encima dela cabeza
Para finalizar, lo que más me sorprende de estas personas que escalan volcanes en busca de sus cumbres, y concretamente del Chimborazo (tengo unos conocidos que estuvieron este invierno pasado), es que cuando hablan de su hazaña, se limitan a decir que estuvieron a 6300 mtros sobre el punto más cercano al sol en la tierra, obviando lo evidente, que estuvieron sobre un volcán activo – algunos ni saben que está activo-, ni se informan de la montaña o del monitoreo, pulsos o tremores, y son esos pequeños detalles, conocerlos así como la historia de éste, lo que en un volcán te puede salvar la vida. Saludos!!
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