El Monte Artos (Volcán) / (Çadır Dağı) Visto desde la Furgoneta, en aproximación.
Generalmente y si te gustan los volcanes, no vas a encontrar formas de viajar a estos (volcanes y lugares) por ti mismo, de forma económicamente aceptable (como en Centroamérica o Marruecos: más económicos), en tanto te has de mover con quienes conozcan el terreno y te acerque a posiciones, además, luego tienen que ir a buscarte o esperar (y esto es caro / es tiempo de personas); pero al tratarse de volcanes (algunos en esta región) que tanto mueven personal de universidades (locales o extranjeros) que hacen estudios del terreno, como montañeros en busca de cumbres exóticas para postear en redes sociales (como hacemos todos / o he de decir mejor: hacia), lo cierto es que te pueden pedir un ojo de la cara, por mucho que digas que eres solo un aficionado o viniste estar por ahí, y no estas haciendo estudios de de ningún tipo, ni te interesan la cumbre de ningún tipo. Y ¿Qué podemos hacer entonces? Pues bien, este viaje por el oriente de Turquía sirve como botón al ejemplo, como una forma de estar, pensar y ser en los volcanes.
Ya vimos que decir que eres un flipao de los volcanes no te va a ayudar para nada a abaratar costos y te puede salir muy caro / a veces, y siempre es mejor ser aquel "turista accidental": que va donde el viento lo quiera llevar.
Por tanto, lo que recomiendo (y lo hago en base a mi experiencia) es enlistarse a una salida (en origen) con un grupo de personas, hacia ese destino, y volcán, que te interesa. Luego siempre podrás decidir, en qué punto del recorrido te quedas a dar tus paseos, hacer tus fotos y estar con la naturaleza (en aquel sitio que llama a los sentidos) y donde necesitas de más intimidad; sin tener que seguir las botas y ni aspiraciones de nadie. En mi caso, le dije a Orhan, como siempre digo a todos, y ya una vez en Van, que no me agobiasen con las prisas, pues necesito ir a mi paso (ese paso en el que da tiempo a mirar y pensar en lo que ven los ojos). Luego y con tal de no retrasar al grupo, Orhan me propuso a un chaval de guía muy salao que, además, me ayudó muchísimo, haciendo de fotógrafo las veces: un tío maravilloso y genial Ahmed se llama, y sin el que todo hubiese sido muy distinto (la cosa salió sola)… si lo planeo ¡no sale!. Y justo es en ese momento, cuando inician la verdadera aventura: no hay itinerario, solo la montaña (desconocida) y la certeza de saber (mi guía y yo) que en algún lugar nos aguarda el asombro, y siempre: lejos de la ruta de las caravanas. De modo que "Cuando decidas seguir tu propio camino, no importa el lugar, en aquel punto te habrás de plantar; pasarán sobre ti entonces olas furiosas, que verás estrellarse al pie de las rocas: déjalas, y sé como aquella ola tranquila que se despliega acariciando la arena del mar"
Sobre una Roca desprendida de la ladera del Volcán: Volcán Artos (Çadır Dağı) / El Lago Van por detrás |
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