Existen rutas de senderismo bien marcadas, muchas, que la gran mayoría de personas que frecuentan estas sierras, siguen religiosamente. En Arroyo, como en todas la demás sierras antes mentadas, salirse de esas rutas, o caminos, es el primer paso que lleva a otra experiencia: a experimentar otra sierra , desconocida, más abrupta, silvestre y difícil, pero a la vez más auténtica, dentro de aquella misma sierra que uno creía conocer. Ir sólo ya marca una gran diferencia a la hora de percibir sensaciones; caminar sobre rocas, crestas o meterte por lugares que nade transita hace que la sierra se muestre a quien se aventura tal y como es, más allá de como todos la perciben o ven. "Quien tiene pasión y se aventura, más allá de lo que busca, encuentra.
Las sierras que tengo cerca de casa (Peñas blancas, Arroyo, la Calderita, Alange, Hornachos etc... a escasa media hora de donde vivo, no son elevadas.. Sin embargo, estas tienen su encanto, misterio, y secretos como otras mayores. Elegir pues el estilo de ascenso, por donde y como entrarle a la sierra, no solo determinará el tipo de actividad e, igualmente, el grado de dificultad para quien realiza la actividad, sino igualmente, la satisfacción y diversión que encontremos en ellas.
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