Parece que en estos días de reclusión “a la fuerza” que vivimos, las personas en general, pero sobre todo nosotros, los españoles, al igual que otros que también viven en países que permiten hacer buena parte de la vida en la calle, disfrutando de las amistades, el sol las terrazas y la playa, sufrimos de un cierto estrés, un no saber qué hacer o ¿qué coño puedo hacer? al vernos privados de nuestra libertad, de movimiento a la que estamos normalmente acostumbrados por un "miedo racional" (pensado, a priori, y trasladado a los demás) de algunos →unos pocos.
En mi experiencia, y no han sido pocas las veces que me he visto, no así ― 3 o 4 semanas sin salir― sino mucho peor: y cuando digo peor, me refiero a operaciones continuadas y tratamientos duros en casa por meses incluso años (2009- 2011 por ejemplo) la solución que encontré para salvar esas situaciones fue siempre la misma→ No mirar aquello que escriben o hacen otros: sino escribir y hacer cosas yo, cosas que más allá de tenerme entretenido (y que al final terminan aburriéndome igual) me resultasen enriquecedoras trascendiendo a un aprendizaje. Y de todo lo que podemos aprender ―pienso― el mayor y más valioso aprendizaje es aquel que lleva a conocerse uno mismo: y el medio que elegí fue escribir. Llegados aquí, se abre un abanico tan grande que impone cuando vemos todas las posibilidades: artículos de critica (personalmente me gusta), investigación, un diario, novelitas, relatos, cuentos, especulación, historia, pensamientos, política, deporte, sobre la familia, sobre ti, sobre una enfermedad, sobre un viaje, sobre los sueños, esperanzas u otras elucubraciones varias… yo que sé. Uno puede escribir sobre cualquier cosa, y puede hacerlo para él, o para que lo lean sus amigos, la familia, Dios, etc. Aunque si yo tuviese que dar un consejo “no sobre qué escribir” sino, dónde escribir, mi consejo seria escribir en un blog, llevar una bitácora. ¿Y por qué en un blog? Pues de ahí lo del aprendizaje, ya que si somos mínimamente creativos y curiosos, no sólo vamos a escribir algo, sino que vamos a aprender y controlar una plataforma web, y de paso si somos curiosos incluso HTML (todo muy sencillo por cierto y al alcance de cualquiera) además de recibir, apoyo, consejos y criticas siempre tan productivas y que nos llevan a mejorar.
Personalmente, las dos cosas, la edición
web y escribir no sólo han llenado momentos vacíos o aburridos en mi vida, sino
que la enriqueció. Los blogs, dado que son susceptibles a las opiniones de
quien los visitan, se prestan a debates, se reúnen en comunidades y dan a
conocer a quien escribe a otras personas y colectivos. Pero lo primero que
deberemos hacer es dejar el MÓVIL y coger un ORDENADOR, luego todo viene de
seguido, el tiempo pasará tan rápido que no os daréis cuenta, y finalmente,
como me ocurrió a mí: entre noviembre y enero, meses que se prestan a la
lectura y escritura, sacareis tiempo de donde sea para seguir blogueando, y dar
a conocer vuestra perspectiva sobre cualquier cosa, pero sobre todo ese será
vuestro sitio, el que os define y definirá frente a aquellos que lean u
observen vuestro trabajo… también podéis escribir un libro, claro
está, pero primero mejor empezar por un blog (es igualmente un libro→
Uno solo: un libro, una vida que evoluciona con nosotros, atractivo y de ese
modo, quizá, no empezando por el tejado no terminareis pagando a alguien para
os lo editen y publiquen, como tantos hoy en día. Un abrazo. ESCRIBE UN BLOG
(Y) ALÉJATE DE LAS REDES.
No hay comentarios:
Publicar un comentario