SUBIENDO VOLCANES / Volcán Telica
El Telica es un volcán ubicado en el departamento de León, Nicaragua.1 Se ubica en la Cordillera de los Maribios; tiene 1060 metros de altura sobre el nivel del mar. Se llama así por estar cerca del municipio del mismo nombre. Es un cono cinerítico complejo de varios cráteres superpuestos, el más reciente de los cuales ha estado lanzando esporádicas lluvias de arenas en forma intermitente. Los piroclastos oxidados que recubren las faldas del volcán le dan un color herrumbroso; las laderas carentes de vegetación están socavadas por profundad cárcavas, como si una gigantesca zarpa hubiera arañado las pendientes del volcán; también se observan antiguas coladas de lava muy alteradas que descienden por la pendiente suroriental. Una de estas coladas llega hasta la carretera León-Chinandega. El Telica está montado sobre la entabladura de un volcán aún más viejo que asoma hacia el este, el Volcán Listón (800 m) que presenta un pequeño cráter semi-derruido. Al pie del conjunto se encuentran las fumarolas de San Jacinto y Santa Clara; ha hecho erupción frecuentemente, entre otros en los años 1982, 1986, 1994, 1998 y 1999. La última erupción era en 2008.
El volcán Telica de Nicaragua entró en erupción el 23 de sep de 2015, con explosiones acompañadas de cenizas y gases que se han expandido hacia las zonas noreste del departamento León y occidental del de Chinandega, confirmó el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred). La primera explosión lanzó cenizas a una altura de 400 metros a las 08.00 hora local (14.00 GMT) aproximadamente, y acompañada de otras explosiones mantuvo la expulsión de ceniza y gases hasta las 08.34 hora local (14.34 GMT), apuntó el codirector del Sinapred, Guillermo González, en rueda de prensa
El volcán Telica inició actividad en mayo del 2015 y ha continuado la última explosión fue el 29 de noviembre de 2015 considerada la más fuerte y violenta. Cubrió el cielo de todo occidente por varios minutos. La ceniza cayó en grandes cantidades que en menos de un minuto. Las calles estaban totalmente cubiertas de cenizas. El volcán ha lanzado grandes piedras y sigue haciendo explosiones. El 26 de junio de 2018, a las 7:08. a. m. el volcán lanzó una columna de humo de 500 metros, lanzando también fragmentos de roca, material arenoso y gases....
El Ascenso al cráter:
La mañana que ascendimos el volcán Max y yo, éste mantenía una actividad moderada de desgasificaciones muy continuadas. Durante el trayecto que duró la ascensión extrañamente no nos encontramos con ninguna persona en el camino hacia el volcán. Ni arriba, ni abajo, ni por los alrededores había un alma; exceptuando algunos animales. un par de meses atrás un derrumbe de parte del borde del cráter hacia el interior de éste, había taponado buena parte de la boca del mismo, lo que junto a las des-gasificaciones de azufre y otros gases nos lo iba a poner difícil arriba, sino casi imposible, la observación de la lava dentro de la caldera del cráter. Además, el derrumbe, seguro, no venía más que a aumentar la presión ya existente en el interior del cráter del volcán haciéndolo aún más impredecible y peligroso si cabe, pues este tipo de volcán suele aumentar presión precisamente en el cráter, donde se forma un domo que tapona la salida de la lava , provocando finalmente una explosión que desatasca y desencadena la erupción.
Para llegar hasta la cima hay que ir primero al pueblo de San Jacinto, desde donde se comienza a caminar por un sendero bastante dificultoso y exigente. Tras 3 o 4 horas caminando se llega a la base del volcán, lo que supone una estupenda parada para afrontar las 2 horas que quedan de subida hasta el borde del cráter. En total la subida se hace en 5-6 horas. Es recomendable iniciar la caminata antes de las 15h de la tarde para tener tiempo suficiente de llegar a la cima para ver la puesta de sol y estar en el cráter de noche, cuando mejor se ve el lago de lava. El calor, el olor y el rugido hacen de ese momento algo inolvidable. La bajada, de noche, es bastante complicada, así que es imprescindible llevar una buena linterna. Nosotros hicimos buena parte del camino en un 4x4 lo que me dejo mas tiempo para disfrutar del volcán dando vueltas alrededor del cráter y fotografiando este desde diversos puntos.
Sobre el cráter del Volcán el suelo está caliente, si lo tocas con las manos te quemas; el olor es muy fuerte, se respira azufre y el aire es tóxico; te pica la garganta y los ojos, y la tos dificulta en gran medida la respiración; pero si tuviese que describir aquello que se siente en una sola frase, diría que: "Una hora aquí arriba, son como siete años ahí abajo", No cambio por nada del mundo estar junto al cráter, sentir el latido y escuchar la respiración de un volcán activo.
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