La vida implica un camino, un estar en el camino, cada dia hacia un singular destino, que encontramos del propio camino. Si en alguna ocasión se visita estambul, es interesante visitar La Mezquita de Suleiman, (Süleymaniye) es la más grande de Estambul y está ubicada sobre una de sus colinas siendo reconocible desde gran parte de la ciudad. Pertenece al periodo otomano y fue construida entre los años 1550 y 1558 por encargo del sultán Suleiman I El Magnífico. Está ligeramente apartada del núcleo más turístico de la ciudad, en ella no encontrarás las enormes colas que llegan a rodear tanto la Mezquita Azul como Santa Sofía, por el día. Desde el parque que la rodea las vistas que se consiguen desde aquel lugar (elevado/ sobre la ciudad) hacen merecer la perspectiva, que deviene del pequeño esfuerzo que requiere llegar hasta arriba durante el dia o atardecido; pero igualmente al anochecer, cuando la se puede ver igual.
Pero también podemos estar por el parque (anochecido) sin necesidad de entrar, y rodear la Mezquita, cuando la oscuridad nos muestra otro camino hacia lo que hay que mirar: allá donde vemos la imagen que reconocemos (de una persona), conscientes de la realidad que nos proyecta. Pero nadie entonces mira, parándose ante aquel, que nos muestra otra clase de vida.
Mujer en el exterior de los patios de la Mezquita /foto jordi maqueda 2021 |
Porque la vida no es solo como uno la ve (o quiere ver); la vida es como siempre ha sido, y nos muestran aquellos que por la noche no miras, viendo solo aquello en lo que ahora no te fijas, pero luego de pasar (te giras) volviéndote, de lo que ves, y (ahora) te mira.
Chicas sentada en el exterior (a la puerta ) de la Mezquita /foto jordi maqueda 2021 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario